Hablar otra lengua es poseer una segunda alma.” ‒ Carlomagno

Cuando pensamos en las lenguas en general, a menudo nos obsesionamos con las palabras y la gramática que utilizan. Sin embargo, una lengua es mucho más que algo que sale de la boca. Es una mezcla de herencia, cultura, tradición, relaciones interpersonales y mucho más.

Por eso aprender un nuevo idioma no sólo abre nuevas vías para los negocios o el desarrollo personal, sino que trasciende todo esto y, como el famoso rey Carlomagno del siglo VIII, te da una segunda alma, una nueva perspectiva de la vida.

Hay palabras y frases que los hispanohablantes simplemente no pueden expresar en inglés y viceversa. Por ejemplo, en lugar de una comida rápida de 20 minutos con la familia, como ocurre en Inglaterra, los españoles a veces pueden sentarse durante horas en este acto social llamado "sobremesa", término utilizado para describir la acción de hablar con la familia y los amigos en la mesa durante largos periodos. Aquí es donde la cultura y la lengua se funden maravillosamente, y surgen palabras adecuadas para ese momento concreto que no pueden traducirse al inglés de la misma manera.

Del mismo modo, la rápida expansión de la lengua inglesa ha hecho que muchas palabras modernas simplemente no se traduzcan al español, por ejemplo, un "spolier" para una película, un "carjacker" robando un vehículo, o incluso un "crush" con un amigo del colegio. ¿Podéis pensar en alguna más?